Vitacura versus La Pintana, los polos de la participación en las elecciones

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Mientras en Vitacura votó el 73% del padrón, en La Pintana lo hizo apenas el 37,3%. A nivel nacional, la participación pasó de 46,7% en la primera vuelta a 48,9% en el balotaje.

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Mesa 124 del Liceo Capitán Ávalos de La Pintana. Son las 12:00 y sólo han votado 40 personas de un padrón de 376. En la primera vuelta 88 votantes acudieron a esta misma mesa, 28 de los cuales optaron por Beatriz Sánchez, 26 por Sebastián Piñera y 22 por Alejandro Guillier. “No creo que lleguemos a la misma participación de primera vuelta”, advierte Hugo Bañarez, de 43 años. “El voto de Bea fue más un voto de protesta y eso acá se ha notado. Han llegado mucho menos jóvenes a votar”, explica.

 

A siete cuadras del Capitán Ávalos está el Liceo Pablo Neruda. Para llegar ahí hay que cruzar una feria, cuyo movimiento a esta hora es mucho mayor al de cualquiera de los dos locales de votación pese a la alta temperatura del día.

 

Mauricio Morales, director del Centro de Análisis Político de la Universidad de Talca, explica que efectivamente un joven en La Pintana tiene menor probabilidad de votar. “Un joven de 18 años de Vitacura tiene una probabilidad de votar del 70%. En cambio, un joven de la misma edad, pero que vive en La Pintana, no llega al 20. Para un joven en La Pintana el voto no va a cambiar ni su situación personal ni tampoco el modelo económico porque no le interesa aquello”, plantea. Este mismo fenómeno en ambas comunas se ha repetido en las últimas tres elecciones.

 

En Vitacura, en el SS.CC. de Manquehue, la tarde transcurre tranquila. Loreto Reyes, de 28 años y delegada del local 2, dice que esperan un poco más de participación que en primera vuelta. Su apuesta es alta: “entre 70% y 85%”.

Los números comparados con La Pintana son avasalladores.

 

En la mesa 41, por ejemplo, votaron 239 personas de un total de 340 en la primera vuelta. A las cuatro de la tarde ya llevaban 221 votos. “Se ha notado que ha venido más gente de edad”, dice Rubén Rodríguez, uno de los vocales. Michelle Portuguez, de 23 años, aporta otro dato: “Esta vez vino mucho joven obligado por sus padres. Uno de ellos se reveló en la urna y nos preguntó si entregaba el voto en blanco si este pasaba a la mayoría. Le dijimos que no”.

Así, si en Vitacura votaron ayer 62 mil personas de un padrón de 85 mil, en La Pintana lo hicieron 51 mil, de un total de 137 mil. La diferencia en el número de habitantes hace que la comuna del sector oriente tenga 260 mesas, mientras que en el barrio del sector poniente hay 409 mesas.

 

Cristóbal Bellolio, cientista político y académico de la U. Adolfo Ibáñez, grafica las diferencias de voto entre ambas comunas. “En Vitacura sienten que el país es de ellos, y ellos son los que lo dirigen. Entonces, el cabro de 20 años siente que tiene que votar. La sensación que me da (en La Pintana) es que ellos sienten que la política no les pertenece y no es parte del círculo de conversaciones de ese mundo”.

 

Javier Ibáñez, de 19 años, es vocal de la mesa más antigua del SS.CC., la número 1. “El 90% de los que votan aquí son de la tercera edad y yo llegué aquí luego de que alguien falleciera”, dice. En Vitacura, al menos los de mayor edad sintieron que se jugaban algo más que una elección.

 

latercera.com