Llegué a Puente Alto siendo muy niñito, a fines de la década de los Cuarenta, venía desde Quillota, mi ciudad de nacimiento.
Desde entonces la mayor parte de mi vida la he pasado en este querido Puente Alto, es decir, más de seis décadas, entonces cuántas y cuántas historias que narrar.
Desde niñito fui de la gloriosa Escuela Matte, donde habíamos alumnos de Puente Alto, de Pirque, Open Door, parte de La Florida y de la Pintana.
En estos días este grupo de puentealtinos estamos cumpliendo nada menos que 55 años de egresados de la Escuela Matte y como de costumbre la vamos a celebrar en grande, todos uniformados y con nuestro propio estandarte.
Puntualmente nos presentamos como en aquellos años de la niñez y juventud.
Lo primero es el oficio religioso, en donde de manera especial oramos por los nuestros que ya han partido y también por nuestros inolvidables profesores que se fueron.
Luego, enseguida del toque de la campana, todos correctamente formados ingresamos a la sala de clases, donde nos recibe un profesor de antaño, pasa la lista y cuando son nombrados los nuestros que se han ido adelante a la otra vida, todos respondemos con un fuerte y respetuoso ¡Presente Señor!.
El profesor nos dicta la clase magistral, como en aquellos tiempos. Después hacemos un recorrido por el colegio, donde todo está cambiado y todo finaliza con el gran almuerzo de camaradería, donde todo es alegría y entusiasmo para continuar reuniéndonos, como ya hace 55 años que venimos haciéndolo.
Es que somos de los puentealtinos antiguos, que tenemos mucho amor por nuestra Segunda Casa, que es nuestra querida Escuela Matte, todos somos una sola familia.
Que Dios nos bendiga a todos y por siempre. En el cielo igual nos reuniremos todos y por la eternidad continuaremos unidos...Somos de los antiguos puentealtinos.