La dramática lista de irregularidades del hogar de ancianos donde murió un hombre por desnutrición

 Una serie de denuncias, informes y testimonios dan cuenta de las precarias condiciones en que viven adultos mayores en el Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) Cordillera de los Andes.

El pasado 28 de abril a las cuatro de la tarde, falleció Raúl González Figueroa producto de una falla orgánica múltiple, la que unida a una avanzada desnutrición y a una insuficiencia hepática, terminaron por quitarle la vida.

 

El hombre tenía 84 años y desde hace unos meses, era cuidado en el Establecimiento de Larga Estadía para Adultos Mayores (ELEAM) Cordillera de los Andes, dependiente del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y administrado por laFundación “Agrupación Médica y Social Chile Ayuda” (AMSCA).

 

Hasta ese lugar, media hora antes de la muerte de Raúl, llegaron funcionarios de la Seremi de Salud Metropolitana a constatar las precarias condiciones en que se encontraba el poeta que en 1973 recibió el Premio Municipal, luego de una serie de denuncias por irregularidades en el establecimiento que es dirigido por Antonio Lepe Valenzuela.

 

El informe realizado en el lugar, que reveló El Mostrador, señala que el anciano se encontraba “en evidente estado de desnutrición” y que no estaba recibiendo alimentación ni medicación desde el 19 de abril. O sea, estuvo nueve días sin comer. Dicho documento también consigna que González ni siquiera tenía la sonda nasogástrica a través de la cual debían alimentarlo, producto que él no podía hacerlo por sí mismo. Tampoco tenía la vía perisférica para que le administraran medicamentos.

 

Desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) apuntan a que la Fundación AMSCA no siguió las indicaciones del tratamiento para el anciano dadas por el Hospital Sótero del Río. Estas sospechas forman parte de la denuncia que se interpuso el 11 de mayo ante la Fiscalía Local de Puente Alto de parte de la institución, que recoge testimonios, cartas, informes y diversas pruebas que hablan de una larga lista de irregularidades al interior del ELEAM.

 

Dentro de las deficiencias que encontraron los funcionarios del Seremi ese 28 de abril, incluían la falta de registros de administración de medicamentos a pacientes, falta de personal suficiente para el cuidado de los ancianos, una serie de problemas de higiene que se convirtió en uno de los factores que incidió en que se decretara la “prohibición de funcionamiento” del recinto, para que no ingresaran nuevos residentes.

Meses antes del informe de la Seremi y la denuncia del Senama, los problemas al interior del lugar ya se hacían notar. Y es que fueron los propios funcionarios del ELEAM Cordillera de los Andes los que dieron cuenta de las malas condiciones generadas por recortes administrativos y un progresivo deterioro de los servicios, atención básica y falta de insumos. Incluso, se detectaron “posibles delitos al interior del establecimiento”, respecto a la muerte y condiciones médicas de varios adultos mayores. Entre ellos las de Raúl González.

 

Hace diez días, el Senama terminó su convenio con Fundación AMSCA y a través de un comunicado consignaron que “tras detectarse diversas irregularidades en el cuidado de las personas mayores a su cargo, como falta de personal adecuado, insuficiente alimentación (constatada por nutricionistas) y situaciones de incumplimientos en el plan de intervención aprobado por el Servicio”.

 

Rubén Valenzuela, director del Senama, sostuvo que “cuando llegaron las denuncias las canalizamos por las vías que correspondían”.

“Había denuncias con fotos de residentes con heridas. Pusimos en conocimiento a la dirección nacional del servicio –a cargo de la DC Rayén Inglés, que ha hecho público su interés de ser candidata a diputada–, se enviaron informes técnicos. Puedo informarte desde que asumí como director nacional. Creí necesario anticipar el término del convenio”, añadió.